viernes, 31 de mayo de 2013

Porqué la necesidad de activar tu empresa

Los anglosajones siempre han sido pioneros en eso que ellos llaman Management y nosotros denominamos gestión de empresas. Precisamente en Harvard surgió, allá por los años 50 del pasado siglo, el llamado marketing mix o conjunto de herramientas necesarias para poner un producto con éxito en el mercado. Son las conocidas como 4 Ps del marketing mix; a saber: producto, precio, plaza o distribución y promoción.

Pues bien, dando lo anterior por sentado, las 4 Ps para activar tu empresa a las que nos referimos en este blog son distintas a las anteriores, aunque las presuponen. Estas otras 4 Ps son personalidad, personas, procesos y precios. De todas ellas hablaremos en este blog con el objetivo de reflexionar sobre la realidad de la empresa actual y de cómo dinamizar su actividad.

Desde 20 años atrás, coincidiendo con la explosión de Internet y la globalización de los mercados, los ciclos económicos se suceden con tal rapidez que la imprescindible adaptación a los mismos se vuelve compleja.

Para adaptarnos, como personas o empresas, debemos flexibilizar nuestras conductas y ajustarlas a las nuevas realidades pues no se puede pretender llegar a sitios distintos haciendo lo mismo de siempre.

En este sentido evolutivo o de adaptación al cambio, y centrándonos en el mundo de la empresa, se hace preciso ahondar en las 4 Ps que se proponen:

1)     Personalidad. La globalización e Internet han hecho muy asequible la información sobre la oferta disponible en el mercado, tanto que resulta abrumadora, dirigiendo al consumidor a la desinformación, a la indecisión ante un abanico casi ilimitado de ofertas. Ante ello, nuestras empresas deben diferenciarse, mostrar su marca, su imagen distintiva: sólo así podrán individualizar su oferta o producto ante el potencial comprador.
2)     Personas. La creatividad y la innovación, hoy esenciales, son atributos exclusivos del talento, inherente éste a trabajadores o colaboradores motivados y, porqué no decirlo, felices. Sólo las empresas que prioricen su activo personal pueden lograr el éxito.
3)     Procesos. Únicamente haciendo las cosas bien se puede ganar la confianza de unos consumidores bombardeados por la competencia. Se impone cuidar al cliente no sólo en el fondo (con nuestro producto o servicio), sino también en las formas.
4)     Precios. En épocas de recesión económica, costes y precios son elementos imprescindibles para competir y subsistir en el mercado. Comprar bien es necesario para vender más y mejor.

Decía Schopenhauer que si no sabes a qué puerto te diriges, difícilmente te soplará el viento de forma favorable. Pues bien, esperemos que las reflexiones y aportaciones que se viertan en este blog nos ayuden a conocer mejor el puerto de destino y el camino para arribar a él. Seguro que tendremos viento favorable.